24/3/12

No es un ADIÓS es un HASTA PRONTO.


Sé que no tengo perdón y más aun, se que ni siquiera debería venir aquí para explicarles nada. Pero sentí que era un deber, algo que debía hacer.

Les relatare lo que vengo a contarles, se que alguna si me conociera me tiraría un zapato, yo también lo haría, pero me gustaría que me comprendieran, las que tienen blogs deber de entenderme. Cerrare este blog, no lo cerrare de cerrarlo, desaparecerlo y que deje de existir, no, no lo hare.

Pero si detendré TODAS las historias, y si publico bueno, será una vez a cada tiempo. Sé que los que lean esto (y les importe, claro está) se molestaran, las entiendo pero espero que ustedes me entiendan a mí. Les explicare porque esto sucederá.

-No, no es que ya no me guste escribir, sigue siendo mi pasión, me encanta escribir, inventar frases, entre otras cosas. Pero la presión es demasiada, ¿Pueden creer? Ya el blog cumplió 2 años desde que fue creado, dos años en los que me esforcé por que saliera adelante pero que por la semana que tenia no pude celebrar, desde sus orígenes (el trió Mallydi) hasta ahora, “mis recuerdos mis palabras” soy la única que mantiene un blog, algo así como activo de las cuatro que formábamos el grupo original. Intento escribir lo que puedo, todo sale mal, tengo miles de exámenes, cambios de humor que hacen que deje las cosas de lado, paso por una situación no muy linda que me gustaría escribir, pero al final termina en un bloqueo del que no puedo salir, aun me hallo en él, y no he podido escribir NADA, la presión es demasiada, ¿Saben? La típica frase “Las decepciono” si hallo tiempo para todo lo del colegio, la casa, pensar, estudiar, leer e incluso dibujar, en el poco tiempo que me queda para sentarme a escribir es prácticamente nulo el avance que tengo, tengo desde hace 2 meses una viñeta sin terminar y también el 5 capitulo de “Mas allá de la muerte” no ha sido terminado. Sé que no tengo perdón por ello. Esta es una de las causas por las que me iré, la presión, la presión de saber que no he logrado ser constante.

-Otra razón es el hecho de que sí, quiero escribir, pero no por obligación, y aunque sepa que este blog es por diversión, la presión aunque no la pongan ustedes, allí esta. Y así es, todas las que escriben en blogs, lo saben. Quiero seguir con esto, pero no quiero que se vuelva una obligación, porque en ese momento deja de ser un pasatiempo para ser un trabajo, y aun no quiero que suceda eso, no quiero perderle las ganas a escribir, las cuales a lo largo del tiempo las he perdido. Sé que ustedes no tienen la culpa, pero creo que será lo mejor.

-Hable con muchas personas que han hecho libros y me dijeron que si quería algún día publicar mis ideas, tenía que sacarlas de la red, aunque no quiera hacerlo, así es, quiero hacer una historia mía, quiero tener un libro que diga: “Mas allá de la muerte” de Carem Angélica. Debe de ser lo mejor. Sé que la única manera de hacerlo es sacarla todas de la red, y como la mayoría está estancada, no sería una gran pérdida, creo.
Esta es la entrada más complicada que he hecho, porque siento que estoy dejando una parte de mí, pero también sé que es una parte que debo de dejar para que las otras puedan crecer. Tal vez en algún momento publique alguna que otra viñeta,  un micro relato, o alguna otra cosa, espero me sepan entender y perdonar.
Una decisión muy difícil. Como ya dije, pero considero que, necesaria.

Gracias por tomarse el tiempo de leer esta larga nota, de disculpa, explicación y un… No un adiós, un “hasta pronto”. Además, todavía escribo en mi otro blog, “No todo es del mismo color” bueno, cuando el tiempo lo permite.

Gracias por haberme acompañado hasta ahora y por haberme regalado su tiempo para leer mis tonterías. Gracias.

Hasta luego.
Carem.

3/1/12

¿Yo la conozco?

Viñeta: ¿Yo la conozco?


Las calles estaban repletas de personas que observaban con ojos curiosos la escena que se llevaba a cabo en una de las calles más concurridas del pequeño pero hermoso pueblo. Justo al frente de la iglesia y de otros negocios que mayormente siempre se la pasaban activos y vendiendo, las mujeres vestidas muy elegantemente aunque no hubiera ninguna razón especial, las niñas y jóvenes con simples camisetas y pants de colores muy diversos, pero la que mas resaltaba era esa chica, vestida con unas zapatillas tan bajas que prácticamente tocaba con la planta de sus pies el suelo de piedra, un vestido corto de color blanco con flores grises apenas estampadas que la adornaba, le llegaba algo más arriba de la rodilla, pero eso en el lugar en el que vivían era lo suficientemente corto, aunque gracias a esto permitía que sus piernas se vieran en extensión y facilitara sus ágiles movimientos, pero claro, esto no era lo primero que pasaba por la mente de la concurrida multitud al observar la escena frente a sus ojos, y para añadir el clima no era el adecuado para utilizar ropa corta… en fin. Su cabello lo tenía recogido en un moño como el de las bailarinas, pero algunos cabellos quedaban sueltos ya que se había movido lo suficiente como para poder despeinarse al menos un poco, sus ojos estaban cerrados pero pronto, los abrió y se dejo ver el azul que los pintaba, enmarcados claro, en unas largas pestañas negras.

Todos la miraban impresionados o capturados, pero ninguna mirada se comparaba con la de una persona que miraba en el publico con los ojos abiertos y siguiendo cada uno de sus pasos. El tenía los ojos grises como el cielo cuando amenazaba con llover, su piel pálida, parecía estar hecho de porcelana, o que al nacer le hubieran quitado hasta la última gota de color de su piel, su cabello despeinado de color negro como el más oscuros de los azabaches, gracias a este color se veian pequeñas gotas sobre el, lo cual daba la sensación de que tenia escarcha. Pero lo que más resaltaba en él era la forma en que miraba a la pequeña chica que cantaba y bailaba. La miraba con admiración, con impresión, con deleite, pero por sobretodo, con… emoción. Sentía como su corazón latía cada vez que ella hacia un paso o daba un vuelta, como saltaba prácticamente de su pecho cuando sonreía en medio de su actuación, no podía escuchar ni prestarle atención a nada de lo que le estuviera diciendo su amigo que estaba parado a su lado, ni siquiera sabía si aun estaba allí, lo único que le interesaba era ella.

Ella estaba concentrada en su mundo, se sentía sola y solo dejaba que la dulce música flotara y el ritmo guiara cada uno de sus pasos y cada uno de sus latidos, se había unido de tal manera a la música que la rodeaba que si algo malo ocurría ella no lo sabría porque se encontraba inmersa en su mundo.

A los instantes la música paro y por ende sus movimientos, en cuanto abrió sus ojos se encontró con tantas personas mirándola ¿Cuándo había llegado? No había tantas cuando cerró sus ojos… Bueno, ya no importaba, sonrió y bajo su cabeza, inclinándose y todos aplaudieron… Luego cuando volvió a subirla se encontró con sus ojos, y fue como un escalofrió que le recorrió. Ella… Ella lo había visto antes ¿no? Mientras que a él su corazón le daba un vuelco, esa chica lo miraba a él…

Ella sonrió de una manera apenada y como para infundirle a él y a ella misma valor, y el correspondió a esa sonrisa apenas respirando con dificultad, vio como las mejillas de aquella hermosa chica se coloreaban y como bajaba la mirada rápidamente.

A los minutos la mayoría de las personas se fueron retirando poco a poco, y solo quedo ella, su mejor amigo que se había ido por unos minutos y él…
-Hermosa actuación – dijo sin siquiera pensar ni haberse dado cuenta cuando se acerco.
-Gracias… no me di cuenta de en qué momento habían tantas personas. – respondió algo apenada ella mientras se daba la vuelta y tomaba una bufanda que tenia y se la colocaba al rededor de su blanco cuello y a la vez un gorro. soltaba a su vez su cabello color cobre, el frio empezaba a notarse y el viento helado estaba empezando a circular por las calles. El sabía que nunca había oído una voz tan hermosa y melodiosa en su vida… aunque, quizás sí, pero solo sería un mero sueño.
-No parecía que estuvieras nerviosa…
-No lo estaba, ni siquiera sabía que me miraban. – respondió mientras se daba la vuelta. Ahora que él estaba lo suficientemente cerca miro sus mejillas dándose cuenta que tenía unas pequeñas pecas, que solo la hacían ver más adorable.
-Buena técnica – dijo el chico con una sonrisa. De repente su amigo apareció y lo llamo diciéndole “AMIGO”, ella maldijo para sus adentros y bajo sus ojos evitando que la reconociera. – Bueno, debo irme… - dijo el sumamente apenado, los segundos que habían pasado juntos no eran suficientes. Él estaba tan molesto que la emoción se escapo de su mente y se reflejo en sus ojos solo un poco, pero lo suficiente para que ella lo notara por un segundo, pero solo un breve segundo porque acto seguido él sonrió con calidez, y todo enojo se evaporo como si jamas hubiera existido. 

El se dio la vuelta pero no sin antes dar una ultima mirada, o eso se dijo en el momento, porque luego, simplemente no podía dejar de voltear hacia atrás mientras caminaba hacia su amigo, como si tuviera miedo de perderle completamente de vista, ademas, así podía ver como ella lentamente se retiraba, sus pisadas resonaron en las calles adoquinadas y su mirada la siguió hasta el momento en que se perdió en la esquina más alejada de la calle y fue entonces cuando volteo por completo y miro a su amigo con los ojos perdidos – Nunca te he odiado tanto, como ahora – dijo él y su amigo sin disimular miro el mismo lugar por donde la chica había escapado minutos antes.
-Lo siento hermano, no sabía que te interesara hablar con Eliana… -se excuso él.
-¿Eliana?
-Si ¿No la reconoces? Estudiaba con nosotros, solo que era muy tímida, ahora es que baila y canta bastante, es bastante linda, aunque siempre lo fue, o siempre me pareció a mí, yo te la presente una vez, pero creo que no le prestaste mucha atención ¿cierto? – dijo su amigo con cierto aire entre divertido y nostálgico a aquellos días de escuela.
-No, nunca le preste mucha atención… que tiempo desperdiciado. – dijo el frunciendo el entrecejo aunque por su tono, cualquiera hubiera pensado que se trataba de mera ironía, su amigo pensó por un minuto y luego sonrió.
-¿Amor a primera vista? – pregunto riendo.
-No, ¿que dices? Solo me sorprendió... Eliana...- fue su respuesta, aunque en su mente buscaba su rostro con locura, ¿como no la recuerda? – si tan solo me hubiera percatado de eso hace tanto…
-Las cosas pasan porque si amigo. – corroboro su amigo y luego le tomo el hombro. – Vamos ya, luego la volverás a ver, y veamos si esta vez no la pasas a segundo plano.
El chico se fue con la imagen de esa hermosa chica alejándose de él por el camino y su cabello color cobre regado por su espalda tapado por un gorro negro… ¿Cómo no la había visto antes?



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Holiiii bbs; pues esta viñeta la he podido terminar y es como una manera de enseñarles a las personas que no deben de ignorar a la persona que conozcas porque no es despampanante ni ignorarlas por ser timidas o nerviosas, porque no sabes en que momento pueden cambiar. 
Es decir, no juzgar un libro por su portada, ni por sus primeras 2 paginas, porque no sabes que podra haber en las proximas 20 jajajaja.
Bueno, espero que les haya gustado, un beso y... Espero sus opiniones (?) Gracias.
Adios.


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Actualizacion 31 de agosto de 2015.
Reedicion.

31/12/11



No hace falta que los milagros sean cosas impresionantes que sucedan.
No hace falta que sean cosas que nunca hayas visto antes.
No hace falta que todos lo reconozcan.
No hace falta que todos lo sepan.
No hace falta que todos lo vean.


Cada sonrisa, cada segundo, cada alegría, cada recuerdo, cada lagrima, cada emoción, cada rayo de sol, cada nuevo día… cada instante que se tiene para vivir es un milagro.


En esta semana, simplemente en estos 7 días he coleccionado tantos milagros como los granos de arena de la playa. Cada sonrisa fue un milagro, cada lágrima lo fue, cada instante de silencio, cada nuevo día, cada paso que di. Pero no quiere decir que esta semana sucedieron los milagros, si no que me di cuenta de lo que son.


Mañana es 31, último día del 2011, un año en el que me di cuenta que acumule, muchos milagros, quizás alguno pequeño o quizás uno muy grande, pero al fin y al cabo, milagros.


No queda mucho más que decir, si no…


Bienvenido 2012, y les deseo a todos y cada uno de ustedes que recuerden cada milagro que han vivido y sepan que por cada nuevo día ya se ha realizado un milagro.


Feliz nuevo año.


No tengo nada para que lean, no he terminado lo que había hecho para navidad y me parece que ya es lo suficientemente tarde para publicarlo, y no tengo cabeza para el de año nuevo, por eso les publico este. Un beso a todos.

22/12/11



Disculpen que no he publicado.
Disculpen que no he escrito nada.
Disculpen que no tenga algo especial y alegre para Navidades.
Discúlpenme todas y cada una de esas cosas que he mencionado.

Pero de verdad había escrito una viñeta navideña que lamentablemente no pude terminar, pues solo tenía inspiración hoy, y mañana me voy de vacaciones, cuando vuelva – el 30 – les mostrare las fotos que tome y publicare la Viñeta navideña, he intentare hacer una de año nuevo. Gracias por tenerme tanta paciencia, y… lo último que me queda por decirles es…


Les deseo a TODAS y cada UNA de las que me leen una hermosa y perfecta y prospera navidad con sus seres queridos y que Dios los bendiga hoy mañana y siempre. Denle el corazón a alguien y reciban el que se les dé con toda la alegría del mundo. Las quiero.

Feliz Navidad

11/11/11


Viñeta: Amigas para la eternidad.

El golpe de su pie contra el suelo de mármol parecía que resonaba en todo el lugar, aunque en realidad era el sonido que menos atención captaba, con todas esas personas corriendo de acá para allá, el sonido de una voz maquinaria anunciando los vuelos, los gritos de las personas buscando a los familiares, personas con carteles… todos los ruidos mezclados y creando un verdadero y disparatado espectáculo.

Pero ella solo estaba de pie junto a un chico de cabello color bronce con ambos audífonos en su oído escuchando su canción favorita que ni siquiera sabía cómo se llamaba, sus ojos estaban perdidos en algo rincón de su mente y del frente, tal vez en alguna chica por allí, o alguna falda… quien sabe.

La chica que estaba a su lado cada minuto movía el pie con más rapidez y con más frustración, al igual que veía su reloj casi por inercia, a ver si la aguja de los minutos se había movido al menos un espacio más, un minuto más que pasaba era un minuto menos por el cual esperar. Su celular estaba en el bolsillo de su falda, o al menos, eso pensaba.

Los minutos seguían pasando, pero la chica ya no pudo quedarse parada en un solo sitio y empezó a dar vueltas en círculos, vueltas y más vueltas, y la mirada de él se volvió hacia su pequeña amiga, hermana, y novia, mientras negaba con la cabeza y la llamaba.

-Nell… - dijo muy bajo mientras ponía sus dedos en el puente de su nariz y sonreía. - ¡Nell! Calma ya, no falta tanto, tienes que relajarte. – dijo él, pero al poco tiempo torció el gesto al ver que ella no lo oía, se quito los audífonos guardándolos en su bolsillo y la miro de nuevo a ver si se detenía sola, pero no, no lo hizo.

Él se adelanto y la abrazo deteniéndola por unos segundos luego la agarro por sus hombros y la separo viendo sus ojos negros.

-Deja tu trauma Nell… Ya vendrá, no falta tanto para su vuelo. Si pudiste esperar 3 años, podrás esperar unos minutos más. – sonrió con delicadeza y ella le saco la lengua y luego sonrió.
-Lo sé, pero por esa misma razón, quiero verla, es mi mejor amiga, y la extrañe, demasiado.
-Dios. Si no supiera que eres completamente heterosexual, pensaría que estas enamorada de ella, pero no, porque estas enamorada de mi – dijo con una sonrisa y luego rompió a reír junto con ella.
-Eso es cierto, pero sabes que con ella es especial. – dijo ella mientras se soltaba de su amarre y seguía de un lado a otro mientras él volvía a su pared y a sus audífonos de una manera algo chistosa para quien lo viera.

Así los minutos y las caminatas de un lado a otro pasaron y pasaron y al fin sonó el tan esperado mensaje.

-“Aterrizaje del Avión número 8” – dijo la voz que anunciaba despegues y llegadas – “Salida por el portal 3.”

Al haber dicho esto, ella salto y corrió hacia el portal 3 buscando con su mirada a su pequeña amiga, pero al principio no logro encontrarla. Y fue cuando pensó en la posibilidad de que no hubiera venido, no era algo completamente seguro. Por un minuto estuvo en silencio y con el rostro en el suelo, y de la nada unos pequeños y débiles brazos rodearon su cintura, al voltear, vio una chica, minúscula y pequeña, con el cabello corto y liso de color rojo, pecas en su rostro y los ojos miel. A lo que ella concluyo por gritar.

-¡AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH! – Al sonido que siguió la pequeña chica.
-¡VINISTEEEE! – grito nuevamente ella.
-¡ESTABAS ESPERANDOOOO! – grito ahora la pequeña para luego abrazarse y hacer una especie de baile, a los pocos instantes llego Peter, su acompañante y la saludo con un efusivo abrazo, solo que sin los gritos de niñas.
-Dios Santísimo, el vuelo fue lo peor, pero gracias a dios que pude llegar sin volverme una demente hasta acá. ¡Los extrañaba tanto! – dijo mientras pasaba un brazo por los hombros de sus dos amigos teniendo que estirarse un poco.
-Y yo a ti, te extrañaba demasiado, tenía que tirarte cotufas y decirte bicha cuando me las tiraras a mí, además me estabas cambiando por la tal Daniela.
-¿YO? ¿CAMBIARTE? ¡Claro que no! Solamente estaba con ella por tiempo, tu eres mi mejor amiga de la vida, y además, no cambiaría la vida, por 3 días, tonta. – Dijo ella con una sonrisa.
-Pues, vamos, debemos ir a la casa, además, tu madre dijo que te tenía una sorpresota.
-Ah… ¡EXTRAÑABA TANTO MI HOGAR! ¡Tres años son infiernos enteros! – dijo ella con una sonrisa graciosa y amable mientras los tres saltaba y corrían por el aeropuerto riendo y cantando.


“No importaba en realidad el tiempo que se separaran, así hubieran sido semanas, o incluso décadas, o como así fueron, 3 años, aun su amistad seguía siendo como en el inicio, pues la verdad es que una real y verdadera amistad, no importa bajo que medios, no importa de qué manera, siempre sale adelante, porque los lazos no solamente tienen que ser amorosos, yo, considero que la unión más pura y verdadera existente es la amistad, que puede superar cualquier obstáculo, y cualquier distancia, porque, así estén lejos siempre habrá una manera y un modo de unirlos, como decía una de mis escritores favoritos, tal vez haya una gran distancia que los separe en tierra, pero siempre, así este en China, habrá un cielo que los una, y un corazón que lata del mismo modo con que ha latido siempre.
Las amistades más puras, no son las que se encuentran por casualidad ni las que ríen a tu lado, no son las que duran años, no, las verdaderas amistades son aquellas, que aunque estén lejos o cerca, de buenas o malas, ocupadas o no, siempre estarán allí para ti.”

Elena Marshall.
Nell.

-¡QUE HERMOSAAAAA! - grito su amiga - Siempre hubo un cielo que nos unió, y aun sigue siendo así ¿o no? - pregunto a través de la computadora su amiga mientras Nell reía y decía. 
-¡Claro! Ah... ¿Cuando vuelves? 
-En navidades, le pedí a mi papa para ir mas a casa de mi mama. Y por ahora, no me cambies.
-¿YO? ¿CAMBIARTE? ¿Donde consigo a una amiga de toda la vida y ademas, aquella que siempre ha estado? ¡En ningún lugar! - rieron ambas.
-En fin, debo irme, es hora de dormir. 
-Esta bien.
-Nell... 
-¿Si?
-En navidades te tirare al lago. - rió ella antes de apagar su cámara y dar fin a la conexión.

Tal vez hubieran mil y una personas en todo el mundo, pero nadie, seria tan obstinada y tan leal como ella. 
Su eterna mejor amiga.


**************
HOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA*-*
En fin, aqui esta mi nueva viñeta para cambiar un poco el tema, hacia la amistad, y bueno, alli esta mi opinion de ella. Esperou que les halla gustado. Sus comentarios me lo diran. Una cosa.

Feliz 11/11/11 fue una HERMOSA y PERFECTA 

FECHA PARA MI.

Espero y deseo que para ustedes también lo halla 

sido.



Besos.
Carem.



13/10/11



Viñeta: ¡Vete a la mierda!

Pasaron juntos toda esa tarde, tomados de la mano y recorriendo todas las tiendas, este era su día especial… Cada uno de los pisos y tiendas que habían en ese edificio fueron exploradas por ellos, como los dos perfectos mejores amigos, rieron, hablaron, jugaron, se divirtieron de la manera más hermosa posible, en un pequeño instante todo fue perfecto, cada error, lagrima o dolor que hubieran sentido antes por parte de ambos había desaparecido, estaban uno junto a otro sin importar más nada.

Él tenia su mano estrechada con la de ella, esto resaltaba ya que él tenia la piel blanca como la nieve y ella la piel morena clara como el café con leche, eran completamente distintos, ella tenía los ojos tan negros como la noche misma, y él azules del color del mar, que le hacía a la par con el cabello, amarillo como el mismo sol, combinaban aunque no fueran colores iguales,  mientras que ella tenía el cabello color marrón oscuro, casi negro… él era romántico y ella… bueno… no anti-romántica, porque eso no era así, pero no sabía cómo dejar salir lo que sentía; a él le encantaba estar todo un día escuchando música en su ordenador, mientras que ella prefería leer un buen libro en la sombra de un árbol en un parque… eran completamente distintos, pero aun así, les encantaba estar juntos, conversaban de todas y cada una de las cosas que les sucedían o les habían sucedido, de las hipótesis extrañas de ella, y de los arranques explosivos de él…

Ambos estaban sentados en una mesa, en medio de la feria de aquel centro comercial, comían plácidamente un helado, ella de fresa y él de vainilla, mientras cada uno estaba metido en sus pensamientos, cuando de repente y por el simple hecho de quererlo, se acercaron e intercambiaron uno que otro beso que no salían de la categoría “inocente", segundos después empezó la conversación.

-Preferiría comer un helado en la playa… - dijo ella con tono meloso mientras miraba el cielo a través de un vidrio… - seria más divertido – concluyo al ver la mirada incrédula de él. - ¿Tu no, Isaac?   
-No… Sophia, no preferiría eso, sabes muy bien que la playa no es que la odie… pero no es muy divertida para mí, aunque si vamos juntos… bueno… quien sabe… tal vez me ayudes a devolverme el gusto por ella. Prefiero mil y una vez la piscina.
-Tú y yo somos agua y aceite. Yo prefiero mil y una vez la playa, a la piscina… la arena toda mi vida me ha gustado, el aroma a sal que destila el agua de mar… la comida, las olas, el romper de ellas y su sonido relajante, las risas de los niños que juegan… En cambio la piscina me parece un pozo lleno de agua contaminada con cloro y con… bueno, ya sabes, que botan los niños… aunque en la mañana, antes de que entre nadie… es divertido. – respondió ella con indiferencia para luego reír por la mirada incrédula de Isaac.
-Estás loca – dicto mientras reía viéndola – Y por eso te quiero tanto. – ambos sonrieron.
-Y por eso yo te quiero a ti…


***


Ella estaba sentada en un banco junto con sus amigas en el patio del recreo, riendo y hablando de lo difícil de la tarea de matemática, de lo lindo que era el nuevo psicólogo, y de otras cosas cotidianas y fue en ese momento cuando paso al frente de ellas un grupo de chicos, en el cual estaba Isaac, pero también Neal, un chico alto, y musculoso con la piel morena y el cabello oscuro, la sonrisa carismática y amable, como ninguno… Pero como cada chico que tenía algo especial en el… siempre debía de tener algo negativo, en este caso es que él era un poco mujeriego. La miro como si nada entre ellos hubiera pasado jamás, le sonrió cariñosamente y le guiño un ojo, y aunque ella intento evitarlo, su corazón latió rápidamente, Isaac se acerco y beso su mejilla, pero dijo que tenía que irse, ya que tenían que ir a una clase de reparación de un examen… así que todo el grupo se despidió, dejándolas nuevamente solas, ella intento de todas las formas existentes tapar cualquier sentimiento encontrado en estos momentos por el simple guiño, he intento convencerse que era por el beso de Isaac.

Eran cuatro chicas las que estaban allí, una se tuvo que ir porque tenía que irse temprano ese día, otra tenía que hablar con su hermano menor, dejando a Sophia con su mejor amiga, la única que había quedado después del incidente.

-Tienes que dejarlo ir. – Dijo su amiga con un suspiro… pero cuando Sophia iba a interrogarla ella negó – Sabes a que me refiero… Isaac… Neal… ¡ESTAS ENAMORADA AUN! Y sabes que no es justo, ya que Isaac te ama.  – gruño ella mientras Sophia entendía lo que sucedía. – Sabes que es así, estas enamorada, y utilizas “un clavo saca a otro” y eso está mal, y más con un chico como Isaac. Utiliza a cualquier otro no a él. – escupió su amiga evitando su mirada.
-Lose. – dijo simplemente ella. – ¿Por qué no lo puedo dejar ir todavía Nell? ¿Por qué todavía su sonrisa consigue que pierda la noción del tiempo? ¿Por qué? Es un patán, un malvado, un prepotente, un mentiroso, un estúpido, un traicionero, un… infiel. Pero aun no lo puedo sacar de mi mente. ¿Por qué?
-Porque, mientras más profundo haya llegado a ti y a tu corazón, más difícil es aceptar que te halla dañado y que lo tengas que dejar ir.
-Ojala lo pudiera matar, el sentimiento desaparecería por fin.
-No lo creas, conociéndote, la conciencia te volvería loca en vez de darte paz. Así, que esa no es una buena opción. – rió con suavidad su amiga.
-¿Y cuál es la opción? – pregunto Sophia jugando con sus manos.
-Tú dímela. – respondió.
-Debo acabar lo que sea que tengamos Isaac y yo, eso será lo primero… no puedo seguir viviendo sabiendo que uso a la única persona del sexo opuesto que jamás me ha traicionado. No podría vivir en paz conmigo misma si siguiera adelante con esto… luego, debo terminar de aceptar que Neal no fue para mí, no es para mí y jamás será para mí. Y debo seguir hacia delante.
-Pero dime la verdad Sophia… ¿Quieres a Isaac?
-¡Claro que lo quiero! ¡Es un gran… - se quedo un minuto pensando en la palabra que lo explicaba todo.
-Amigo – culmino Nell viéndola.
-Exacto.
-¿Y aun amas a  Neal?
-No, si… no, bueno… - Sophia bajo la mirada y pensó. – Tanto como amar, no, pero si diría que aun estoy enamorada. Lastimosamente – dijo ella seguido de un suspiro.
-Acaba con lo que debas de hacer.
-No te preocupes. – Dijo un chico acercándose al banquito – yo ya sé con lo que debes de acabar. No te preocupes.
-Isaac. – dijo con la voz apenada Sophia.
-Te ahorrare la molestia de seguir jugando conmigo Sophia. Sea lo que sea que teníamos, hubiéramos tenido o tendríamos, termino. Suerte con la otra persona con la que vayas a jugar. – soltó de golpe Isaac mientras se levantaba y se volteaba con los puños apretados y las lagrimas en los ojos.
Al llegar a la clase de reparación tomo sus cosas se excuso con el profesor y salió, Neal se levanto atrás de él y lo siguió.
-¿Hermano que te…? – pregunto agarrándole el hombro. Él se desprendió con brusquedad de su mano.
-No me digas hermano más nunca en tu vida. Y diviértete, que por ti, juegan conmigo. Espero que te sientas feliz. – soltó con enojo mientras se daba la vuelta y se iba.

Isaac se fue golpeando el suelo y con lagrimas de dolor y frustración recorriendo sus mejillas. Al diablo con ella, ¿esto ganaba por amar? Que el amor se vaya al mismo infierno, junto con ella… En el mismo momento en que esos pensamientos rodearon a su mente se retracto diciendo que el amor se fuera a la mierda, pero que ella… no. Que viviera su vida como le diera la gana, pero que no lo buscara más.

Se seco las lagrimas del rostro y dijo, al menos… no quería seguir jugando con él, intento reconfortarse el, pero luego se dio cuenta que eso solo lo hacía enojar mas, simplemente se había cansado de jugar con él, le había entrado un instinto de bondad y había decidido descartarlo y botarlo a la basura, como el propio juguete.
-¡Vete a la mierda! – dijo él mientras se iba por el camino de grava hacia su casa. – Y que Cupido se vaya contigo. – dijo él mientras se iba y prometía en ese momento no dejar que nadie más jugara con él… ¡nunca mas!



***
Actualizado 03-Sep-2015

12/9/11

Mi otra mitad (mejorado) Cap. 1 - El largo, largo viaje.



CAP 1. El largo… largo viaje.

-Bueno, ya sabes lo que haremos mama, no quiero vueltas atrás, no quiero cosas raras ¿muy bien? – pregunto ella entornando los ojos color caramelo.
-¿Quién es la madre, tú o yo? Por favor responde con la verdad.
-Por supuesto que soy yo.  – ambas rieron.
-Te extrañare mucho Kate. – dijo su madre mientras la abrazaba con delicadeza, sin poder evitar las lágrimas que caían suavemente por sus mejillas.
-Y yo a ti Elizabeth… - al ver su ceño fruncido rectifico - digo, mama, lo siento… Por favor… ¡Por favor! Prométeme que te vas a cuidar. – dijo Kate mientras se separaba del abrazo de su madre y la veía.
-Lo hare, y tu prométeme que te cuidaras igualmente. Estarás muy lejos de donde estaré yo… eso me aterra mucho.
-Mama, son solo 2 estados de distancia o algo así, no creo que mueras. Y además, le estarás dando vueltas al lugar. Te conozco.
-No, pero igual. Ya no estarás en la casa… eso me saca de mis casillas.
-Y… ¿Cuándo has estado en ellas? – pregunto riendo Kate mientras volteaba al sentir acercarse un autobús… el autobús que debía de tomar. – Cuídate, y escríbeme. Por favor. – corto intentando que esta despedida terminara lo más rápido que se pudiera.
-Te amo. – dijo su madre mientras volvía a abrazarla y la soltaba a los segundos. Le entrego sus maletas, y vio como el gran autobús se estacionaba muy cerca de ellas. – Recuerda que tienes que subir al autobús hasta que llegues hasta la estación del tren, te subes y no te alejaras de la ruta M6 ¿muy bien? Luego agarraras la trasferencia a la M62. Llegaras hasta Liverpool y allí esperaras a que tu papa venga por ti, justamente te bajaras en Broadgreen.
-Está bien mama. Lo sé y lo entiendo. Lose, lose. No me perderé… - aseguro ella aunque se había perdido a mitad de la explicación… Pero tenía todos ello anotado y estaba todo listo.

Kate se dio la vuelta y tomo su maleta con las manos temblorosas y sudadas, sin detenerse a mirar hacia atrás, llego y subió un escalón y titubeando miro a su madre de reojo. Sus ojos se aguaron sin poder detenerse pero no quiso devolverse sabiendo que si lo hacía no podría volver a montarse. Así que con mucho pesar subió otro escalón y finalmente entro al autobús, no había muchas personas dentro, los tapizados de los asientos eran rojos y las ventanas tenían cortinas rojas más claras, el piso era de metal.

Se acerco rápidamente y subió con cierta dificultad su maleta hasta el maletero y se sentó en dos puestos vacios en mitad del autobús, se acomodo poniéndose contra la ventana. Al ver a su madre parada viendo hacia el autobús se despidió con la mano, y noto como las lágrimas bañaban sus mejillas, se las seco a los segundos, y devolvió el gesto con más rapidez de la necesaria.

A los segundos siguientes, su madre se dio la vuelta y se fue, dejándola a ella mirando por la ventana y haciendo que sus mejillas se humedecieran por las lágrimas que caían sin control. Ella extrañaría de una manera impresionante a su madre… y ella sabía que se había ido tan deprisa para evitar que espichara un caucho del autobús con su tacón y así evitar que se fuera, o para no llorar sin control, lo que fuera, ella sabía que su madre, tanto como ella, odiaban las despedidas. Sin darse cuenta ya no podía parar de llorar.

Pero pronto se dio cuenta que debía de dejar de llorar, y que debía superar eso, no era el fin del mundo, la seguiría viendo igual, y no cambiaría su cariño entre ellas, además, esto lo estaba haciendo por su bien, la situación en su “hogar” se había salido de control.

Su madre se había vuelto a casar y su esposo se la pasaba de viaje en viaje y las deudas se iban acumulando, hasta el punto que su madre atravesaba la crisis económica en la que debía hasta su vida, todas sus cosas estaban hipotecadas, por el simple hecho de que ella debía de sobrevivir y también su hija, y las deudas no dejaban que pudieran vivir sin presión, eso obligaba a que tuviera dos empleos uno en la mañana y otro en la noche, y sin embargo no tenía suficiente dinero para pagar ni una quinta parte de lo que debía, para mantener un hogar y para alimentar y cuidar a una adolescente de 17 años… Así que para el bien de ambas, habían decidido que Kate se mudaría con su papa… con el cual ella se había divorciado hace mucho tiempo.

No había sido una decisión fácil, y había requerido meses de planear, de arreglar, y de convencer… Kate sabía que sería lo mejor, le quitaría un peso a su mama y además, podrían así vivir mejor ambas, pero más que todo lo había decidido su misma madre, intentando que su hija tuviera un hogar, una protección, una manera de vivir que no cambiara cada vez que no pudieran pagar la renta. Y aun con todas las crisis y problemas sufridos, Kate siempre había tenido una buena educación y pan en cada comida durante el día, pero su madre dudaba que así siguiera siendo, y por ello tomaron la decisión de mandarla a un lugar estable, hasta que todo se arreglara.

Ella se recostó contra el espaldar de su asiento y cerró los ojos, escucho unos pasos que subían y al tiempo, el autobús se encontraba lleno hasta el tope, pero el asiento conjunto seguía vacio, era el único… cuando entonces, el conductor tomo su asiento y emprendió el camino, el autobús no se detuvo ni un preciso momento al arrancar, solo las paradas acostumbradas hacían que el autobús se detuviera y alguien subiera, o bajara. Ella a los minutos tubo la ligera sensación de que alguien la observaba, volteo su mirada hacia el par de asientos conjuntos pero la señora de aproximadamente 50 años estaba sumida en una revista de gaticos y el señor que Kate apostaría que era su esposo estaba tranquilamente dormido. Así que se decidió a mirar por la ventana como si alguien pudiera verla por allí, como si el viento tuviera ojos y la mirase, pero en realidad no, todo estaba en calma, la carretera se borraba poco a poco, las manchas verdes de los arboles se difuminaban al igual que el color de la arena, y entre otras cosas, el paisaje era muy hermoso, y ella no hizo más nada que ver por la ventana, pero no se dio cuenta en qué momento sus parpados se cerraron.



***

-¿Por qué te detienes? – pregunto una voz gruesa y perfecta a sus espaldas, mientras que veía como un camino de graba de extendía a lo largo de su vista, rodeado de aguas de color azul oscuro, que se podrían apostar a que eran de una gran profundidad.

-En primer lugar… ¿Por qué corría? – Kate se volteo mientras hacia la pregunta pero no encontró a nadie atrás de ella, solo agua, al parecer al dar los pasos que daba el camino desaparecía, dejando en su lugar, solo agua.

-No lo sé, te vine siguiendo desde muy lejos de aquí, siempre corres. – respondió con un tono juguetón aquella voz. Ella volteo a todos lados notando que no había nadie alrededor a menos que viniera del agua, pero cuando ella se iba a acercar a comprobar su teoría, aquella voz dijo – Si yo fuera tu no lo haría, es muy profundo y si caes dudo que vuelvas a salir.

Ella tomo aquella advertencia muy en serio y siguió con su camino, mirando como iba desapareciendo al momento en que ella caminaba, los pedazos que dejaba atrás se los tragaba el mar, y el camino se hacía interminable, aquella voz no volvió a interrumpirla, pero si una risa que resonaba cada vez que se detenía fatigada. Pronto sintió deseos de correr y sin saber por qué ni como si estaba agotada, inicio a correr lo más rápido que podía, sin detenerse, sin respirar prácticamente, fue como una alarma que se prendió en su interior sin tener si quiera sentido, pero se hallaba corriendo, al momento se dio cuenta del porque, ella escuchaba como había sonidos que la seguían, como un batir de alas, con los nervios que sentía y la adrenalina que le corría por la venas aventuro a voltear la mirada, cuando lo hizo vio lo que era, una sombra que la seguía, grande más o menos el doble de su tamaño y de su grosor, que sobrevolaba el agua en la que antes había estado el camino que ella había seguido, la sombra o cosa era negra y grande, al mostrar sus dientes eran amarillos y afilados como los de un perro o un cocodrilo, al notar ello Kate perdió el equilibrio presa del pánico que sentía en ese momento y la voz divertida que había oído anteriormente, hablo en su mente, pero esta vez en vez de estar divertida,  estaba exaltada y asustada y le grito:  “¡¡¡CUIDADO!!!” aunque no fue a tiempo para alertarla en realidad, porque no pudo evitar que cayera al agua al enredarse uno de sus pies con el otro, en el momento en que perdió el equilibrio

Faltaban centímetros para que ella entrara en el agua…




Kate despertó en el autobús sobresaltada, y con gotas de sudor perlando su frente y cayendo por sus mejillas, volteo su mirada con los ojos entornados y vio que se había sentado a su lado un pequeño niño de más o menos 8 años, y la miraba asustado, ella para infundirle al pequeño tranquilidad le sonrió y él después de unos segundos correspondió al gesto, lo cual hizo calmar a Kate de una manera poco usual “Solo había sido un sueño” se dijo. Pronto el niño siguió mirándola y le dijo:

-¿Estás bien? ¿Tuviste un mal sueño? Gritabas… - dijo el pequeño mirándola con curiosidad y miedo mezclado.
-Sí, sí, solo fue eso… un mal sueño. – dijo ella como calmando a su mismo corazón, a su misma mente, había sido tan vivido, aun la imagen de esos dientes afiliados se reflejaba cada vez que cerraba sus parpados, y tampoco podía dejar de oír esa divertida risa en su mente.
El chico que se encontraba a su lado tenía el cabello color negro, la piel color café y sus ojos cafés también,  se dibujaban unos hoyuelos en sus mejillas al sonreír, lo cual le daba a su rostro una expresión angelical.

-Me gusta el color de tu cabello – dijo el pequeño tomando uno de los mechones de cabello de ella.
Kate tenía el cabello color rubio oscuro, tirando a café, los ojos los tenia entre una combinación de café y miel, eran muy hermosos, era de piel blanca y de contextura delgada, pero definida. El chico la miraba como si reconociera a alguien en ella.

El resto del viaje fue igual, el pequeño niño le preguntaba algunas cosas y ella respondía con total naturalidad a lo que podía, y a lo que no simplemente le cambiaba el tema, los padres del niño se encontraba sentados hasta atrás, viajaba con ellos a visitar a su abuela en california, se bajarían a la estación cercana al aeropuerto. El pequeño tenía una hermana mayor, de 15 años que se había mudado con su abuela y la iban a ir a visitar por unas semanas, pero luego volverían a su casa en Birmingham, ella simplemente le dijo que iba a vivir con su papa por un tiempo, y cuando él le pregunto que porque viajaba sola, simplemente desvió el tema hablando de música. Pronto un gran letrero les aviso que la parada a la que se dirigía estaba cerca, en el lugar en el que ella debía de tomar el tren, así que se despidió de su pequeño amigo y salió con su maleta, allí pregunto a un guardia hacia donde quedaba la estación y él le señalo el lugar.

Kate subió sus maletas y luego se subió ella sentándose en uno de los puestos más apartados, la mitad del viaje fue tranquilo, y aburrido, ella simplemente saco su mp3 un poco obsoleto y se puso a escuchar las canciones que quería, entre ellas música de todo tipo, escucho un poco de Merengue, Hip hop, rock… pero por sobre todo reprodujo una y otra y otra vez sus dos canciones favoritas, Wake me up inside y I miss you, de Evanescence y Avril Lavinge respectivamente, fueron canciones que marcaron mucho su vida, y muy hermosas, aunque pues… extrañas, quizás.

Las estaciones pasaron rápidamente, y el ambiente era frio y húmedo al momento en que se movía el tren, era un movimiento lento pero lleno de magia, era hermoso ver los arboles y todo el paisaje verde que se extendía a lo largo de su campo de visión mientras el tiempo pasaba. A los minutos estaba pasando un carrito, en el que vendían una que otra golosina, Kate no tenía hambre, pero los nervios la tenían trastornada, así que saco un poco de dinero de su bolsillo y compro un chocolate, empezó a comérselo con algo de aburrimiento y al pasar las estaciones, simplemente se ocupo de ver por la ventanilla. Unas estaciones después entro un chico que se sentó a su lado. Se sentó sin decir palabra, pero luego empezó a mirar a la chica que tenía a su lado y sin reflexionar, simplemente por las ganas que tenia de iniciar una conversación, hizo un comentario un poco divertido, o al menos, para él.

-Disculpa… pero… ¿Por qué sudas? – Pregunto el chico mientras ella volvía su rostro de la ventanilla – Disculpa, pero es que afuera y aquí adentro hace un frio de los mil demonios… y tu sudas.
-Ah… no hay cuidado – rió divertida ella por unos instantes – es que yo siempre estoy fría, y soy friolenta, pero en momentos en los que estoy nerviosa, el frio para mi, pareciera que se trasladase a calor… algo poco común.
-Ah… claro… pero bueno, que extraño... pero divertido a la vez… - el miro extrañado y fascinado por un minuto con los ojos de ella y soltó sin más – ¿El color de tus ojos también cambia? Apropósito, nunca había visto unos ojos tan hermosos. – Kate enrojeció al oír tal afirmación y puso sus ojos en blanco mientras mostraba una sonrisa.
-Pues según mis amigos cambian comúnmente y muy seguido. Aunque no lo sé… Gracias por el cumplido. ¿Y tú? – pregunto ella, deteniéndose a mirar los ojos de aquel chico, los tenia verdes como el paisaje a su alrededor… Su cabello castaño y su piel un poco bronceada, pero blanca al fin y al cabo.
-Pues mis ojos, son y siempre han sido verdes. – rieron ambos mientras ella hacia a un lado su mp3 y lo metía en su bolso. – Bonito… ¿mp3?
-Sí, un poco obsoleto diría yo, pero bueno, por lo menos tengo alguna manera de escuchar música.
-Si… ¿A dónde te diriges? – pregunto tranquilamente él.
-Pues, iré a Liverpool, viviré por un tiempo con mi papa. ¿Y tú?
-En realidad voy a visitar a mi tía, y tal vez a vivir por un tiempo con ella. No lo sé. Así que por eso estas nerviosa…
-¿Disculpa? – pregunto repentinamente perdida ella.
-Dijiste hace uno minutos que eres friolenta y que cuando estas nerviosa el frio se traslada para ti a calor… y supuse que por el viaje es que estas nerviosa.
-Ahh – Kate entro en cuenta de su frase y luego asintió – pues sí, llevo mucho sin ver a mi papa, y bueno, eso siempre es un motivo de nervios.
-Sí, lo sé… Yo no tengo la mejor de las relaciones con mi tía… Eso me crispa los nervios. Casi que veo su rostro y mi piel se eriza. Eso mata. ¿Sabías? – por el tono que empleo para esa frase el efecto que causo no fue el de asustar, si no muy por el contrario de divertir a Kate que sin detenerse rompió a reír.
-No te burles de mí – respondió algo ofendido y algo fingido el chico que se divirtió al ver el cambio de expresión de Kate al pensar que lo había ofendido de algún modo. Por lo cual ahora fue el turno de él de romper a reír. – Solo me burlaba un poco de ti…
-Eres muy malo… - dijo riendo Kate al haber comprendido. Luego las risa se detuvieron por unos instantes y él dijo.
-Apropósito… soy Javier…
-Mucho gusto… Kate. – y estrecharon sus manos con una sonrisa.
-Lindo pero curioso nombre… ¿de dónde vienes?
-Bueno, yo nací en América, pero de algún extraño modo que aun no comprendo mis padres se mudaron para acá. Vengo de Londres… Un lugar pequeño llamado Nechells… no sé si lo conozcas…
-Creo que lo he oído alguna vez… Pero no estoy muy seguro, yo siempre he vivido aquí, pero siempre viví en Londres igualmente… Aunque… bueno, bueno nada.
-¿Historia complicada?
-Más de lo que me atreva a admitir.

Ese cambio de tema fue algo incomodo así que se quedaron callados por un buen rato, simplemente metidos en sus pensamientos y sintiendo la tensión en el ambiente hasta que el rompió el hielo preguntándole si bailaba, a lo que ella dijo que si, era una de sus pasiones, era divertido bailar, aunque a veces no le fuera tan bien como deseara. Era simplemente un hermoso pasatiempo, como el patinaje, como el dibujo, como la pintura, como el piano…

Al poco tiempo él se tuvo que levantar su estación estaba algo más adelante que la de ella así que se levanto y tomo su maleta.

-Me dio mucho gusto conocerte Kate. –Sonrió con felicidad. – me hiciste pasar un bonito viaje. Espero que nos volvamos a ver, pronto. Igualmente, estaremos en la misma ciudad, quien sabe, tal vez nos veamos.
-Si, quien sabe… Pero por si las dudas, ¿dame tu número? – el sonrió y se agacho sacando su móvil del bolsillo izquierdo del pantalón, y anoto el numero de ella.
-Nos veremos. – dijo con una sonrisa mientras salía del tren y se perdía con la multitud. Ella volvió su cabeza contra el cristal y se quedo acostada descansando y cerrando sus ojos a intervalos hasta que llego a su estación.

Sin darse cuenta estaba abajo con su maleta y caminando en dirección hacia unos bancos, su corazón latía demasiado rápido, y amenazaba con cortarse su respiración ¿su papa seguiría siendo igual que antes? ¿Habría cambiado tanto? Sus rodillas se juntaban y se separaban casi instantáneamente y sus ojos buscaban entre los rostros de las personas que había a su alrededor algún rasgo que le resultara familiar. Reviso la nota que tenía en una de las maletas asegurándose que no hubiera equivocado el camino o se hubiera perdido. Una ráfaga de viento azoto su piel casi cortándola, estaba helado, pero sin embargo debido a los nervios fue como aire caliente. Ella se jalo un poco la boina de su cabeza y saco de su maleta una bufanda amarrándola en su cuello y unos guantes que se los puso con rapidez en sus manos. Una mano de la nada toco su hombro y ella volteo sobresaltada, encontrándose con los ojos negros de su hermano. No había cambiado en nada, bueno, si en algunas cosas, sus ojos tenían la misma expresión divertida y alegre, su nariz se había perfilado mas, su piel estaba más blanca de lo que recordara pero aun estaba moreno, su sonrisa seguía siendo amable y perfecta pero sus dientes estaban menos blancos.

-¿Kate? – pregunto el sin saber si en verdad era ella, no se veían desde los… ¿8?
-¿Nico? – respondió ella a lo que él respondió abrazándola con mucho cariño para luego separarse y que tomaran las pocas maletas. Nico, aunque hiciera demasiado frio para Kate, para él eso era normal, así que tenía una simple camiseta verde con una chaqueta abierta negra encima y unos jeans con unos mocasines, se veía como si el clima estuviera perfecto y no como si estuviera tan helado que cortaba la piel.
Pero no dijeron absolutamente nada, simplemente caminaron hasta salir de la estación y fueron al estacionamiento, metieron el equipaje en la maleta del carro, algo pequeño, y subieron, mientras el sonreía y la miraba.

-¿Lista para ver tu nuevo hogar? – pregunto mientras ponía la llave en el contacto y reía por su expresión.
-Sí, aunque espero que no me mates mientras vallamos para allá. – ambos rieron mientras él se ponía en marcha y ella tragaba saliva pensando “ya estoy aquí, no hay vuelta atrás.”


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Holiiiis; 

bueno, como se pudieron haber dado cuenta, este es el primer capitulo de la recién cambiada "mi otra mitad" espero que les guste, es simplemente el primer capitulo, no he hecho los demás, porque quiero saber si uds. prefieren que borre la historia o que la continué a raíz de aquí, los personajes no cambiaran, cambiaran los momentos y uno que otro hecho, sera una mejor redacción y mejor dialogo, eso lo prometo, pero lo que no puedo prometer es como publicare ya que ahora intentare que los capítulos sean mas largos y mejores, y para mi como iniciare pronto con el instituto sera complicado escribir, dare mi mejor esfuerzo, pero claro, eso si uds. quieres que lo haga.

Igual, espero sus comentarios. 
Y lo que piensen de esto jaja. 
Un beso a todas las que se tomaron la molestia de leer esto; 
ah y tambien para invitarlas a mi otro blog... Es este. <- Click al link jaja.
Me gustaria que lo visitaran. 

Bueno, un beso a todas/os los que me leen.
Chai; y hasta la proxima entrada.
Ah, y el fic de mas alla de la muerte, esta haciendose jaja. Es medio complicado, ya que tengo que pensar como una muerta o.o; jaja. 
Pronto publicare(:

Un beso. Y ahora si.
Chaii

Cambio&Fuera.