Viñeta: ¡Vete a la mierda!
Pasaron juntos toda esa tarde, tomados de la
mano y recorriendo todas las tiendas, este era su día especial… Cada uno de los
pisos y tiendas que habían en ese edificio fueron exploradas por ellos, como
los dos perfectos mejores amigos, rieron, hablaron, jugaron, se divirtieron de
la manera más hermosa posible, en un pequeño instante todo fue perfecto, cada
error, lagrima o dolor que hubieran sentido antes por parte de ambos había
desaparecido, estaban uno junto a otro sin importar más nada.
Él tenia su mano estrechada con la de ella, esto resaltaba ya que él tenia la piel blanca como la nieve y ella la piel
morena clara como el café con leche, eran completamente distintos, ella tenía los
ojos tan negros como la noche misma, y él azules del color del mar, que le
hacía a la par con el cabello, amarillo como el mismo sol, combinaban aunque no
fueran colores iguales, mientras que
ella tenía el cabello color marrón oscuro, casi negro… él era romántico y ella…
bueno… no anti-romántica, porque eso no era así, pero no sabía cómo dejar salir lo que sentía; a él le encantaba estar todo un día
escuchando música en su ordenador, mientras que ella prefería leer un buen
libro en la sombra de un árbol en un parque… eran completamente distintos, pero
aun así, les encantaba estar juntos, conversaban de todas y cada una de las
cosas que les sucedían o les habían sucedido, de las hipótesis extrañas de
ella, y de los arranques explosivos de él…
Ambos estaban sentados en una mesa, en medio
de la feria de aquel centro comercial, comían plácidamente un helado, ella de
fresa y él de vainilla, mientras cada uno estaba metido en sus pensamientos,
cuando de repente y por el simple hecho de quererlo, se acercaron e intercambiaron
uno que otro beso que no salían de la categoría “inocente", segundos
después empezó la conversación.
-Preferiría comer un helado en la playa… -
dijo ella con tono meloso mientras miraba el cielo a través de un vidrio… -
seria más divertido – concluyo al ver la mirada incrédula de él. - ¿Tu no, Isaac?
-No… Sophia, no preferiría eso, sabes muy bien que la playa no es que la odie… pero no es muy divertida para mí, aunque si vamos juntos… bueno… quien sabe… tal vez me ayudes a devolverme el gusto por ella. Prefiero mil y una vez la piscina.
-Tú y yo somos agua y aceite. Yo prefiero mil y una vez la playa, a la piscina… la arena toda mi vida me ha gustado, el aroma a sal que destila el agua de mar… la comida, las olas, el romper de ellas y su sonido relajante, las risas de los niños que juegan… En cambio la piscina me
parece un pozo lleno de agua contaminada con cloro y con… bueno, ya sabes, que
botan los niños… aunque en la mañana, antes de que entre nadie… es divertido. –
respondió ella con indiferencia para luego reír por la mirada incrédula de Isaac.
-Estás loca – dicto mientras reía
viéndola – Y por eso te quiero tanto. – ambos sonrieron.
-Y por eso yo te quiero a ti…
***
Ella estaba sentada en un banco junto con sus
amigas en el patio del recreo, riendo y hablando de lo difícil de la tarea de
matemática, de lo lindo que era el nuevo psicólogo, y de otras cosas cotidianas y
fue en ese momento cuando paso al frente de ellas un grupo de chicos, en el
cual estaba Isaac, pero también Neal, un chico alto, y musculoso con la piel
morena y el cabello oscuro, la sonrisa carismática y amable, como ninguno… Pero
como cada chico que tenía algo especial en el… siempre debía de tener algo
negativo, en este caso es que él era un poco mujeriego. La miro como si nada entre ellos
hubiera pasado jamás, le sonrió cariñosamente y le guiño un ojo, y aunque ella
intento evitarlo, su corazón latió rápidamente, Isaac se acerco y beso su
mejilla, pero dijo que tenía que irse, ya que tenían que ir a una clase de
reparación de un examen… así que todo el grupo se despidió, dejándolas
nuevamente solas, ella intento de todas las formas existentes tapar cualquier
sentimiento encontrado en estos momentos por el simple guiño, he intento
convencerse que era por el beso de Isaac.
Eran cuatro chicas las que estaban allí, una
se tuvo que ir porque tenía que irse temprano ese día, otra tenía que hablar
con su hermano menor, dejando a Sophia con su mejor amiga, la única que había
quedado después del incidente.
-Tienes que dejarlo ir. – Dijo su amiga con
un suspiro… pero cuando Sophia iba a interrogarla ella negó – Sabes a que me
refiero… Isaac… Neal… ¡ESTAS ENAMORADA AUN! Y sabes que no es justo, ya que Isaac te ama. – gruño ella mientras
Sophia entendía lo que sucedía. – Sabes que es así, estas enamorada, y utilizas
“un clavo saca a otro” y eso está mal, y más con un chico como Isaac. Utiliza a
cualquier otro no a él. – escupió su amiga evitando su mirada.
-Lose. – dijo simplemente ella. – ¿Por qué no
lo puedo dejar ir todavía Nell? ¿Por qué todavía su sonrisa consigue que pierda
la noción del tiempo? ¿Por qué? Es un patán, un malvado, un prepotente, un
mentiroso, un estúpido, un traicionero, un… infiel. Pero aun no lo puedo sacar
de mi mente. ¿Por qué?
-Porque, mientras más profundo haya llegado a
ti y a tu corazón, más difícil es aceptar que te halla dañado y que lo tengas
que dejar ir.
-Ojala lo pudiera matar, el sentimiento
desaparecería por fin.
-No lo creas, conociéndote, la conciencia te
volvería loca en vez de darte paz. Así, que esa no es una buena opción. – rió
con suavidad su amiga.
-¿Y cuál es la opción? – pregunto Sophia jugando
con sus manos.
-Tú dímela. – respondió.
-Debo acabar lo que sea que tengamos Isaac y
yo, eso será lo primero… no puedo seguir viviendo sabiendo que uso a la única
persona del sexo opuesto que jamás me ha traicionado. No podría vivir en paz
conmigo misma si siguiera adelante con esto… luego, debo terminar de aceptar
que Neal no fue para mí, no es para mí y jamás será para mí. Y debo seguir
hacia delante.
-Pero dime la verdad Sophia… ¿Quieres a Isaac?
-¡Claro que lo quiero! ¡Es un gran… - se
quedo un minuto pensando en la palabra que lo explicaba todo.
-Amigo – culmino Nell viéndola.
-Exacto.
-¿Y aun amas a Neal?
-No, si… no, bueno… - Sophia bajo la mirada y
pensó. – Tanto como amar, no, pero si diría que aun estoy enamorada.
Lastimosamente – dijo ella seguido de un suspiro.
-Acaba con lo que debas de hacer.
-No te preocupes. – Dijo un chico acercándose
al banquito – yo ya sé con lo que debes de acabar. No te preocupes.
-Isaac. – dijo con la voz apenada Sophia.
-Te ahorrare la molestia de seguir jugando
conmigo Sophia. Sea lo que sea que teníamos, hubiéramos tenido o tendríamos,
termino. Suerte con la otra persona con la que vayas a jugar. – soltó de golpe Isaac mientras se levantaba y se volteaba con los puños apretados y las lagrimas
en los ojos.
Al llegar a la clase de reparación tomo sus
cosas se excuso con el profesor y salió, Neal se levanto atrás de él y lo
siguió.
-¿Hermano que te…? – pregunto agarrándole el
hombro. Él se desprendió con brusquedad de su mano.
-No me digas hermano más nunca en tu vida. Y
diviértete, que por ti, juegan conmigo. Espero que te sientas feliz. – soltó
con enojo mientras se daba la vuelta y se iba.
Isaac se fue golpeando el suelo y con
lagrimas de dolor y frustración recorriendo sus mejillas. Al diablo con ella,
¿esto ganaba por amar? Que el amor se vaya al mismo infierno, junto con ella…
En el mismo momento en que esos pensamientos rodearon a su mente se retracto
diciendo que el amor se fuera a la mierda, pero que ella… no. Que viviera su
vida como le diera la gana, pero que no lo buscara más.
Se seco las lagrimas del rostro y dijo, al
menos… no quería seguir jugando con él, intento reconfortarse el, pero luego se
dio cuenta que eso solo lo hacía enojar mas, simplemente se había cansado de
jugar con él, le había entrado un instinto de bondad y había decidido
descartarlo y botarlo a la basura, como el propio juguete.
-¡Vete a la mierda! – dijo él mientras se iba
por el camino de grava hacia su casa. – Y que Cupido se vaya contigo. – dijo
él mientras se iba y prometía en ese momento no dejar que nadie más jugara con
él… ¡nunca mas!
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Actualizado 03-Sep-2015
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Actualizado 03-Sep-2015